Hoy ha llegado una notificación a la redacción de este, hasta ahora, blog independiente, comunicándonos la triste nueva de que dentro de un mes aproximádamente nuestras palabras serán controladas por parte del Barón Harkonnen.
Desde aquí sólo quería autofelictarme a mí mismo por haber mantenido la objetividad y claridad pese a todos los impedimentos, contratiempos y cortaprisas que se me han intentado poner hasta el momento.
Sin embargo, tranquilos. Este redactor no sucumbirá ante la tiranía de los malvados Harkonnnen.
Quizás tengamos que publicar sus noticias, pero nadie impedirá que yo publique las mías, pues la libertad de expresión ha sido siempre el signo identificador de este diario, y del que hoy suscribe.
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